Reto Módulo 1: Análisis de una noticia sobre desigualdad de género.
Buenos días a todas y todos:
En primer lugar, la noticia sobre la que trata esta entrada es de El Economista y versa sobre cómo la crisis de la Covid-19 ha afectado al empleo de ciertos sectores, según el análisis realizado por sindicatos.
Después de la lectura de los materiales facilitados para el módulo 1 y la importancia de distinguir el género, con un componente más social y cultural, del sexo biológico, me ha llamado la atención dicha noticia sobre cómo la crisis del Covid-19 ha acentuado la desigualdad de género en el empleo de las mujeres. Especialmente, señala como colectivos social y económicamente más vulnerables los jóvenes, los inmigrantes y las mujeres, que presentan niveles de desempleo, respectivamente, del 39.5%, 18.1% y 26.2%. Sufriendo estos índices un fuerte incremento desde el comienzo de la pandemia.
Se analizan diversos colectivos, pero se aprecia un fuerte incremento en los índices de desempleo en lo que respecta los citados grupos de población. En cuanto a las mujeres, se muestra una desigualdad de género acrecentada fruto de la endémica situación del paro femenino frente al masculino, que siempre es superior, pero la crisis sanitaria ha tenido repercusiones sociales y económicas. Por ello, se ha producido un aumento de dichas cifras, por encima de lo que habitualmente suelen darse.
Disculpadme que me centre en el análisis de esta situación en mujeres e inmigrantes, ya que el análisis de cada grupo de población requeriría no tanto la entrada de un blog como un artículo o ensayo.
Para las mujeres, el acceso al empleo en condiciones de igualdad con respecto a los hombres es todavía un reto. No sólo por la brecha de género o los techos de cristal, si no por un asunto irresoluto aún: la conciliación de la vida familiar y personal. Atrás quedan los intentos del legislador por alcanzarla, con la ya conocida Ley 39/1999, cuando 22 años después sigue siendo una cuestión que lastra a las mujeres en el acceso al empleo y su mantenimiento, ya que la crisis de la Covid-19 demuestra la alta volatilidad del empleo femenino. La conciliación y la contribución a las cargas familiares es una cuestión paritaria, reconocida hasta en el Código civil (artículo 68 in fine) cuando afirma que "Los cónyuges [...] deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo." Situación que aún más se agrava si estamos ante una mujer inmigrante. La exclusión del mercado laboral puede ser alarmante. Ya que persiste la idea de que las mujeres son quien, de facto, asumen esas tareas en el rol familiar o personal. Es un rol de género que debemos encarecidamente parar.
Durante la lectura de los materiales del curso, en concreto a la hora de realizar un quizz, me ha sorprendido que sólo un 12% de las empresas españolas hayan adoptado Planes de Igualdad de manera efectiva. La cifra es ostentosamente baja y hay que fomentar la aplicación de tales planes. La consagración de la igualdad de la duración de los permisos de paternidad y maternidad es un gran avance, pero no constituyen un fin, si no un medio para alcanzar la tan necesitada igualdad entre hombres y mujeres, acudiendo a nuestras propuestas que satisfagan las necesidades que se vayan manifestando al respecto. Esperemos que antes de 2156 se produzca dicho logro social.
Los Planes de Igualdad son un instrumento fundamental para fomentar esa igualdad ad intra de la propia organización, propiciando un cambio cultural. Sin olvidarnos de la promoción profesional de mujeres a puestos directivos o el establecimiento de protocolos de actuación ante situaciones de acoso en el trabajo. Y, además, planes específicos que permitan la integración en el mercado laboral de mujeres migrantes e incluso dar un paso más: planes de formación y educación profesional, evitando la exclusión social en la que pueden recaer. Si para un adulto es complicado conciliar el trabajo con el sistema de educativo, para alguien que no posee recursos económicos, puede suponer una exclusión de ambos.
La educación y formación es inversión y no es cosa sólo de jóvenes.
Estas medidas demuestran ser ,ahora más que nunca, necesarias ante los niveles de desempleo que encontramos.
Gracias por vuestro tiempo,
Patricia.
Fuente: El Economista Artículo: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11240062/05/21/La-pandemia-empeora-la-situacion-laboral-de-los-grupos-vulnerables.html"
Hola Patricia.
ResponderEliminarHemos elegido noticias muy similares.
Completamente de acuerdo en la cuestión de la corresponsabilidad y de la situación de las mujeres en relación con los movimientos de migración/emigración.
Voy a hacer una reflexión sobre los Planes de Igualdad... Y es la siguiente: ¿qué importancia tiene -que la tiene- que el porcentaje de empresas o administraciones públicas tengan planes de igualdad si no se ejecutan? Y lo digo porque en muchos casos se cumple el requisito formal de confeccionar un plan de igualdad, pero sin cronograma ni acciones concretas que contribuyan a alcanzar los objetivos. Pensemos en nuestras propias organizaciones (todas Administración pública) y mirémonos en el espejo; ¿ha cambiado la situación en los últimos años? ¿Por medidas concretas plasmadas en el plan de igualdad o por la propia inercia de la sociedad en la que vivimos? Pero, como tu dices, esto daría para otro artículo.